Cantares. La Historia de Nuestro Señor Jesucristo en lengua mexicana

folio: 244r

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Cantares. La Historia de Nuestro Señor Jesucristo en lengua mexicana 244r
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yntechpa quìto yn tlamatini. Grauis est etiam nobis advidendum. Quitenmamauhtia, quilhuia, ynic quitelhuitihue yn ompa yxpan yn huey tlatohuani Cessar, yuh quicaquitia, yn àtle ypan quitta yn àmo quiohuìcamati, yn tetzauhtlatlacolli yn oyhuicpa tlatlacoloc, yn nihuey petl, yn ihuey ycpal, auh huel quinelchihuaya ynic quilhuiaya.

acerca de esto: Doloroso es lo que presenciamos. Le aterrorizan sus palabras, lo que dice, por eso lo denuncia allá, ante el gran rey César, [quien] así lo escucha, [y] no advierte nada que sea peligroso en él, el crimen [que] se hubiese perpetrado hacia su gran estera, petate [su gobierno], y por eso no podía tomar en serio lo que decía.

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Ye ontètemi, ynic quitlatzàtzilia yn teuctlatzontequini; ca yc quiyxmalacachòque, quitlacamauhtìque. Niman yc quineltili yc tlatzontec yn tlein quìtlania, macihui yn quinemachti yn icihuauh, ytoca catca Procle, ynic niman àmo quimomiquiz tlatzontequililiz ye yca ca cenquizcayectliqualli tlacatzintli, ca niman atle ytlatlacoltzin auh yehua yc quichicahuaya yn itlàtol. Yn quenin ypampa yn cenca yc ototonehualoc, ynic ycochixpan, ytemicpan yohualtica, oquittac. Ca niman amo yc oceuh yn ineamanaliz, yn ineyolmauhtiliz yn Pilato, ynic yuhquin onemachtiloc. Ca ye ocuel cenca momauhti, yece omomatèquic, oquipàpac. Y nima auh oquimocuiti yn ca ye nelli yn totemaquixticatzin Jesucristo cenquizcayectzintli. Yn niman àtle oncatca y yn itlatlacoltzin, auh yèhuan oquinmamalti, yn judiosme, yn itzacualoca ynic çan tlapic tonehualiztica nonoquihui yn itlaçoyezçotzin. Yz çan quimonenmictilia, auh yn yèhuan oquipaccacelìque, oquimomamaltìque. Yhuan yn inpilhuan, yn intzicueuhcahuan, yn intlacayohuan yn intechpa quiçazque, yolizque, tlacatizque, oquinmamaltìque niman yc quinhuallachicahuilli yn tleyn oquitzontec. *

Ya se agolpa la multitud, pues el juez la convoca; por eso lo rodearon, los hombres lo asustaron. Y en seguida dio fe de la sentencia que le solicita, aunque lo previno su mujer, que se llamaba Procle, @+Se refiere a Claudia, Prócula o Procle que fue la esposa de Poncio Pilato a la cual sólo alude Mateo sin mencionar su nombre (27:19) “Mientras estaba sentado en el tribunal, envió su mujer a decirle: No te metas con ese justo, pues he padecido mucho hoy en sueños por causa de él”. Versión citada de la Biblia, p. 1194.-@ para que no se le sentencie a muerte, porque es un hombre completamente bueno; mas él refuerza sus palabras. Debido a esto fue que sufrió mucho, cuando en su sueño, al descansar por la noche, lo vio. @+Dice Prócula a Pilato: “Toda la noche estuvo a nuestro lado. Dormida, comencé a verle, y desperté, y seguí mirándole sin engaños de sueños, porque yo oía el pregón de las vigilias…Era el hombre que, por vernos, no reparó siquiera en el paso de Ismael-ben-Fabí, el acatado por el esplendor de sus galas y de su mesa”. En Gabriel Miró, Figuras de la pasión del señor, Barcelona, Plaza y Janés, 1984, pp. 218-219.-@ A partir de ese momento, Pilato no tuvo tranquilidad ni sosiego, pues así se le había avisado, por eso ya se perturbó, se cortó la mano, [y] se la enjugó. @+Dice el Evangelio según San Mateo: “Viendo, pues, Pilato, que nada conseguía, sino que el tumulto crecía cada vez más, tomó agua y se lavó las manos delante de la muchedumbre, diciendo: Yo soy inocente de esta sangre; vosotros veáis” (27,24).-@ Y después reconoció ya realmente la infinita bondad de Nuestro Salvador Jesucristo. @+Dice Santiago de la Vorágine: “No fue Pilato sincero ni justo al juzgar a Cristo, y por eso no fue digno de conocer la verdad que Cristo representaba ni que Este diera respuesta a su pregunta; cierto que comenzó su juicio con el deseo de averiguar la verdad, pero luego no perseveró en esta línea, y, por eso, aunque iniciara su interrogatorio animado del deseo de descubrir la verdad de aquel proceso, no mereció llegar al desenlace”. Op.cit.,p. 219.-@ Ninguna había sido su falta, pero a ellos, a los judíos, los hizocargar su culpa pues, en vano, con dolor se derrama su preciosa sangre. Cerca de aquí, lo matan inútilmente, y ellos lo consintieron gustosos, lo hicieron encargarse de ello. [Y]junto a Él están sus hijos, los generosos, piadosos en quienes surgirán, vivirán, nacerán, los hará que se encarguen, por eso ya los alienta quien lo sentenció. * @+Apostilla. La cruz a cuestas.-@

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Ye ontètemi, ynic quitlatzàtzilia yn teuctlatzontequini; ca yc quiyxmalacachòque, quitlacamauhtìque. Niman yc quineltili yc tlatzontec yn tlein quìtlania, macihui yn quinemachti yn icihuauh, ytoca catca Procle, ynic niman àmo quimomiquiz tlatzontequililiz ye yca ca cenquizcayectliqualli tlacatzintli, ca niman atle ytlatlacoltzin auh yehua yc quichicahuaya yn itlàtol. Yn quenin ypampa yn cenca yc ototonehualoc, ynic ycochixpan, ytemicpan yohualtica, oquittac. Ca niman amo yc oceuh yn ineamanaliz, yn ineyolmauhtiliz yn Pilato, ynic yuhquin onemachtiloc. Ca ye ocuel cenca momauhti, yece omomatèquic, oquipàpac. Y nima auh oquimocuiti yn ca ye nelli yn totemaquixticatzin Jesucristo cenquizcayectzintli. Yn niman àtle oncatca y yn itlatlacoltzin, auh yèhuan oquinmamalti, yn judiosme, yn itzacualoca ynic çan tlapic tonehualiztica nonoquihui yn itlaçoyezçotzin. Yz çan quimonenmictilia, auh yn yèhuan oquipaccacelìque, oquimomamaltìque. Yhuan yn inpilhuan, yn intzicueuhcahuan, yn intlacayohuan yn intechpa quiçazque, yolizque, tlacatizque, oquinmamaltìque niman yc quinhuallachicahuilli yn tleyn oquitzontec. *

Ya se agolpa la multitud, pues el juez la convoca; por eso lo rodearon, los hombres lo asustaron. Y en seguida dio fe de la sentencia que le solicita, aunque lo previno su mujer, que se llamaba Procle, @+Se refiere a Claudia, Prócula o Procle que fue la esposa de Poncio Pilato a la cual sólo alude Mateo sin mencionar su nombre (27:19) “Mientras estaba sentado en el tribunal, envió su mujer a decirle: No te metas con ese justo, pues he padecido mucho hoy en sueños por causa de él”. Versión citada de la Biblia, p. 1194.-@ para que no se le sentencie a muerte, porque es un hombre completamente bueno; mas él refuerza sus palabras. Debido a esto fue que sufrió mucho, cuando en su sueño, al descansar por la noche, lo vio. @+Dice Prócula a Pilato: “Toda la noche estuvo a nuestro lado. Dormida, comencé a verle, y desperté, y seguí mirándole sin engaños de sueños, porque yo oía el pregón de las vigilias…Era el hombre que, por vernos, no reparó siquiera en el paso de Ismael-ben-Fabí, el acatado por el esplendor de sus galas y de su mesa”. En Gabriel Miró, Figuras de la pasión del señor, Barcelona, Plaza y Janés, 1984, pp. 218-219.-@ A partir de ese momento, Pilato no tuvo tranquilidad ni sosiego, pues así se le había avisado, por eso ya se perturbó, se cortó la mano, [y] se la enjugó. @+Dice el Evangelio según San Mateo: “Viendo, pues, Pilato, que nada conseguía, sino que el tumulto crecía cada vez más, tomó agua y se lavó las manos delante de la muchedumbre, diciendo: Yo soy inocente de esta sangre; vosotros veáis” (27,24).-@ Y después reconoció ya realmente la infinita bondad de Nuestro Salvador Jesucristo. @+Dice Santiago de la Vorágine: “No fue Pilato sincero ni justo al juzgar a Cristo, y por eso no fue digno de conocer la verdad que Cristo representaba ni que Este diera respuesta a su pregunta; cierto que comenzó su juicio con el deseo de averiguar la verdad, pero luego no perseveró en esta línea, y, por eso, aunque iniciara su interrogatorio animado del deseo de descubrir la verdad de aquel proceso, no mereció llegar al desenlace”. Op.cit.,p. 219.-@ Ninguna había sido su falta, pero a ellos, a los judíos, los hizocargar su culpa pues, en vano, con dolor se derrama su preciosa sangre. Cerca de aquí, lo matan inútilmente, y ellos lo consintieron gustosos, lo hicieron encargarse de ello. [Y]junto a Él están sus hijos, los generosos, piadosos en quienes surgirán, vivirán, nacerán, los hará que se encarguen, por eso ya los alienta quien lo sentenció. * @+Apostilla. La cruz a cuestas.-@

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Auh yn oyuh quimotlatzontequililìque yn totecuiyo. Niman yc conmanilìque ynyaotiàcahuan, yn iyaoquizcahuan Pilato, auh yn oyuh quimoquixtililìque yn tlapaltilmàtli ynic ycatzinco omahuiltique. Occeppa conmaquililique yc conmochichihuilìque yn yeppa ytlaquentzin ynic huel yca mochi tlacatl quimiximachiliz, ye yca ca nel yxayacatzin

Y así condenaron a Nuestro Señor. Lo ofrecieron sus enemigos, los soldados de Pilato, y le desprendieron la manta de color grana @+En La Biblia leemos que esta prenda era color púrpura.-@ para burlarse de Él. De nuevo le dieron su ropa con que lo cubrieron antes de que todo el hombre pudiera ser reconocido, porque ya su venerado rostro

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