Ye ontètemi, ynic quitlatzàtzilia yn teuctlatzontequini; ca yc quiyxmalacachòque, quitlacamauhtìque. Niman yc quineltili yc tlatzontec yn tlein quìtlania, macihui yn quinemachti yn icihuauh, ytoca catca Procle, ynic niman àmo quimomiquiz tlatzontequililiz ye yca ca cenquizcayectliqualli tlacatzintli, ca niman atle ytlatlacoltzin auh yehua yc quichicahuaya yn itlàtol. Yn quenin ypampa yn cenca yc ototonehualoc, ynic ycochixpan, ytemicpan yohualtica, oquittac. Ca niman amo yc oceuh yn ineamanaliz, yn ineyolmauhtiliz yn Pilato, ynic yuhquin onemachtiloc. Ca ye ocuel cenca momauhti, yece omomatèquic, oquipàpac. Y nima auh oquimocuiti yn ca ye nelli yn totemaquixticatzin Jesucristo cenquizcayectzintli. Yn niman àtle oncatca y yn itlatlacoltzin, auh yèhuan oquinmamalti, yn judiosme, yn itzacualoca ynic çan tlapic tonehualiztica nonoquihui yn itlaçoyezçotzin. Yz çan quimonenmictilia, auh yn yèhuan oquipaccacelìque, oquimomamaltìque. Yhuan yn inpilhuan, yn intzicueuhcahuan, yn intlacayohuan yn intechpa quiçazque, yolizque, tlacatizque, oquinmamaltìque niman yc quinhuallachicahuilli yn tleyn oquitzontec.
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Ya se agolpa la multitud, pues el juez la convoca; por eso lo rodearon, los hombres lo asustaron. Y en seguida dio fe de la sentencia que le solicita, aunque lo previno su mujer, que se llamaba Procle, @+Se refiere a Claudia, Prócula o Procle que fue la esposa de Poncio Pilato a la cual sólo alude Mateo sin mencionar su nombre (27:19) “Mientras estaba sentado en el tribunal, envió su mujer a decirle: No te metas con ese justo, pues he padecido mucho hoy en sueños por causa de él”. Versión citada de la Biblia, p. 1194.-@ para que no se le sentencie a muerte, porque es un hombre completamente bueno; mas él refuerza sus palabras. Debido a esto fue que sufrió mucho, cuando en su sueño, al descansar por la noche, lo vio. @+Dice Prócula a Pilato: “Toda la noche estuvo a nuestro lado. Dormida, comencé a verle, y desperté, y seguí mirándole sin engaños de sueños, porque yo oía el pregón de las vigilias…Era el hombre que, por vernos, no reparó siquiera en el paso de Ismael-ben-Fabí, el acatado por el esplendor de sus galas y de su mesa”. En Gabriel Miró, Figuras de la pasión del señor, Barcelona, Plaza y Janés, 1984, pp. 218-219.-@ A partir de ese momento, Pilato no tuvo tranquilidad ni sosiego, pues así se le había avisado, por eso ya se perturbó, se cortó la mano, [y] se la enjugó. @+Dice el Evangelio según San Mateo: “Viendo, pues, Pilato, que nada conseguía, sino que el tumulto crecía cada vez más, tomó agua y se lavó las manos delante de la muchedumbre, diciendo: Yo soy inocente de esta sangre; vosotros veáis” (27,24).-@ Y después reconoció ya realmente la infinita bondad de Nuestro Salvador Jesucristo. @+Dice Santiago de la Vorágine: “No fue Pilato sincero ni justo al juzgar a Cristo, y por eso no fue digno de conocer la verdad que Cristo representaba ni que Este diera respuesta a su pregunta; cierto que comenzó su juicio con el deseo de averiguar la verdad, pero luego no perseveró en esta línea, y, por eso, aunque iniciara su interrogatorio animado del deseo de descubrir la verdad de aquel proceso, no mereció llegar al desenlace”. Op.cit.,p. 219.-@ Ninguna había sido su falta, pero a ellos, a los judíos, los hizocargar su culpa pues, en vano, con dolor se derrama su preciosa sangre. Cerca de aquí, lo matan inútilmente, y ellos lo consintieron gustosos, lo hicieron encargarse de ello. [Y]junto a Él están sus hijos, los generosos, piadosos en quienes surgirán, vivirán, nacerán, los hará que se encarguen, por eso ya los alienta quien lo sentenció.
* @+Apostilla. La cruz a cuestas.-@